Una pared






Presentar un objeto, en un espacio determinado. Una pared, un refugio.
Establecer una relación entre un observador y un elemento, reconocido como una construcción, la que parte de la idea básica de pared sin quedar cerrada.
El Muro como punto de partida, desde lo constructivo y desde una primera impresión.
Utilizar de un componente cotidiano, esencial en la supervivencia del ser urbano.
Recordar el proceso de construcción, valorando el oficio y la tarea del trabajo humano.
Apropiarse de las características elementales del dispositivo (pared), vinculación de piezas de apariencias comunes (ladrillos), utilización de barro, etc.
En términos generales, tomar los rasgos más identitario de una pared (forma, materia, concepto) y resignificarlos utilizando otros elementos del lenguaje visual de la cerámica, la serie, el modulo, la textura, al presencia, la ausencia, el color, el calor, etc.
Los ejes centrales circulan entre la construcción, desde lo técnico-cerámico y de la idea cotidiana de construir. Los ámbitos cotidianos, privados y públicos.
Un objeto que se percibe con cierta blandura, dada por sus características táctiles y visuales. Pero se reconoce como una pared, un muro.
La casa, un continente para la vida humana, que desde tiempos remotos ha estado constituida por barro (desde las casas de adobe hasta los ladrillos de barro cocido), que contiene un mundo de productos fabricados en diferentes barros y diseñados para el confort de sus habitantes.1


1“ConBarro" REVISTA INTERNACIONAL DE ARTE. PUBLICACIÓN ANUAL O MÁS. NÚMERO 4. AÑO 2001